Los fabricantes diseñan sus envases para captar la atención de sus clientes potenciales y posicionar su producto. Colores brillantes, eslóganes ingeniosos, materiales brillantes, lo que sea necesario para destacar y vender cientos de unidades. Sin embargo, las traducciones a otros idiomas o algún descuido pueden causar el efecto contrario y dejar al consumidor entre sorprendido y asqueado.