Las emociones están estrechamente relacionadas con las ventas. Y es que cuando se consigue crear un vínculo duradero entre consumidor y marca, los beneficios se disparan.
Los individuos están cansados del mundo industrial y quieren que las marcas se presenten del modo más humano posible. Esto obliga a las compañías a desarrollar estrategias de marketing centradas en conceptos creativos emocionales.